El Homerun de Magallón

Hermosillo, club participante en la primera temporada de la Liga de la Costa del Pacífico (1945-1946), había logrado casi de milagro colocarse como líder de la competencia hacía apenas unos cuantos días. Pero el béisbol, como la vida misma, da muchas vueltas, y en ese segundo fin de semana del mes de diciembre de 1945, la suerte estaba por abandonar al club.

Habiendo sufrido la derrota en el primer juego de la séptima serie con marcador de 12 a 10 ante Mazatlán, el segundo partido, celebrado el domingo 09 de diciembre de 1945, enfrentó al liga mayorista Bob Lemon contra el lanzador de la escuadra de los Venados, Guadalupe Ríos. Pero la fortuna no le sonrió ni al americano ni a la capital sonorense, resultando Ríos ganador con marcador de 3-2 en 10 entradas.

Llegó el emocionante tercer encuentro del domingo 09 de diciembre de 1945 – aquella tarde de hace tantos ayeres en la que el manager del club de Mazatlán, Manolo Fortes, terminaría en la barandilla por intento de agresión –.  Francisco ‘El Zurdo’ Alcaraz se paró en la loma de las responsabilidades, teniendo como contrincante al recordado Pedro ‘Charrascas’ Ramírez – gran leyenda del béisbol mexicano y quien, por cierto, el pasado martes 29 de junio celebró su cumpleaños número 100 –. Imposible olvidar el momento en que el primera base de los Venados de Mazatlán, Manuel Magallón, se paró al lado del plato, estudiando detalladamente los movimientos de Alcaraz – quien por cierto sería su gran amigo de toda la vida –.

Tan fuerte como se lo permitió su brazo, ‘El Zurdo’ disparó una veloz recta al mazatleco, quien con un elegante swing y tremendo poder se convirtió en autor de uno de los batazos más largos que se hayan registrado en la historia del béisbol en Hermosillo. Calculado en más de 450 pies, el cañonazo salido del bat del chico de escasos 20 años de edad recorrió todo el jardín central y pasó por encima del rótulo publicitario de la “Cervecería de Sonora”, asombrando a la afición de ambos clubes con su gran poder. Con esa acción, Magallón llegó a formar parte de la maravillosa historia del béisbol de la Costa del Pacífico… y ésto a sólo un año de su debut como beisbolista profesional.

¿Y quién fue Manuel Magallón, autor de esta insólita proeza? Pues nada menos que uno de los más exitosos managers que se hayan visto durante la Liga Invernal de Sonora (1958-1965) así como la Liga Sonora-Sinaloa (1965-1970) – circuitos que dieron continuidad al gran sueño de aquellos empresarios pioneros que le apostaron al béisbol del Noroeste al término de la Segunda Guerra Mundial –. Nacido en la llamada “Perla del Pacífico”, Magallón dio sus primeros pasos en el béisbol amateur de esa ciudad, donde un conocido japonés de nombre Kawamoto le enseñó los secretos de la primera base. En 1944 haría su debut profesional con los Diablos Rojos del México, integrándose a un equipo de grandes talentos como Jorge ‘Chorejas’ Bravo, Salvador ‘Rata’ Vargas y Filomeno ‘Memo’ Ríos – todos ellos novatos en aquella época –.

En 1945 se integra a los Venados de su natal Mazatlán en la Liga de la Costa del Pacífico y un año más tarde es firmado por los Tuneros de San Luis Potosí. Su mejor año en la Liga Mexicana de Béisbol fue en 1948, cuando bateó .309/.346/.416 para Monterrey, contribuyendo durante dos años para que los regiomontanos obtuvieran el campeonato. También formó parte de los Indios de Ciudad Juárez en la Liga Arizona-Texas de 1948 a 1951. En 1952 jugó tanto para los Tecolotes de Nuevo Laredo como para los Copper Kings de Bisbee-Douglas – donde fue compañero de Manuel ‘Negro’ Morales – mientras que en la Liga de la Costa del Pacífico (1945-1958) se convirtió junto a Claudio Solano, Daniel ‘Coyota’ Ríos y ‘Gilillo’ Villarreal en uno de los pocos que jugaron en todas y cada una las temporadas de este circuito.

En 1958 llegaría su salto como timonel de los Ostioneros de Guaymas, donde aceptó el reto de convertirse en manager-jugador tras el terrible pelotazo que su predecesor, Juan Monge, recibió – mismo que, lamentablemente, le costaría un ojo –. Sus estrategias llevaron a Guaymas a la conquista del campeonato en ese año y el siguiente. Más adelante, en 1966, Magallón llevaría a los Yaquis de Ciudad Obregón a la conquista de su primer título. Sin duda, la tribu cajemense tiene una deuda de agradecimiento con este gran pelotero, misma que bien ha sabido reconocer con la adición de Magallón al Recinto Histórico de los Yaquis de Ciudad Obregón un 5 de diciembre de 2015. Magallón se marchó de este mundo un 4 de abril de 1989 – víctima de un paro cardiaco cuando cumplía apenas 20 días como manager del Monterrey –, pero  jamás ha sido ni será olvidado.

Tampoco caerá en el olvido aquel batazo de anécdota en La Casa del Pueblo. Sin embargo, a pesar de ese gran momento, los Venados perdieron el partido con marcador de 7-6 a favor de Hermosillo y con un Manolo Fortes que cayó en la comisaría por intentar golpear al umpire, a quien acusaba de inclinar la balanza a favor de los capitalinos. Pero como mencionábamos en la entrega pasada, los sonorenses tampoco salieron bien parados de ese partido, ya que el Gobernador de Sonora, A. L. Rodríguez le dio una tremenda reprimenda al presidente del club, el Sr. Juan Chávez Echegoyén, por la escenita que se armó en el estadio.

La serie concluyó al día siguiente con la victoria de Mazatlán con partido de 10 a 5, lo cual le valió al club porteño posicionarse como líder en la tabla (PCT: .579). Por otro lado, Culiacán derrotó a Guaymas con victoria de dos juegos a uno, asegurando el segundo lugar en la tabla (PCT: .526) y enviando a Guaymas al último (PCT: .400) esa semana. La suerte comenzaba a sonreírle ahora a Mazatlán, mientras que Hermosillo (PCT: .500), sin saberlo en ese momento, se despedía para siempre del liderazgo del torneo…