De Tlahualilo para el Mundo
Con dedicatoria especial para el Profr. José Luis Tovar Rangel, reconocido historiador de béisbol y autor del libro «Tlahualilo, tierra de beisbolistas: Ases y Caballos del Beisbol en Tlahualilo», lectura obligada para quien busca descubrir la historia del béisbol en Durango. ¡Un saludo hasta la Tierra de los Ases!
“Torreón 1949-53; Tigres 1955-56; México 1961-65, 1971. Fildeador extraordinario, se le considera el mejor tercera base mexicano de todos los tiempos. Récords en la Liga Mexicana: Líder de la posición 10 años (cinco consecutivos) y mayor porcentaje global (.961). Campeón bateador en 1955, con .385; promedio .317 en su carrera, por 1,500 hits en 4,737 veces.”
Ésas son las palabras escritas con letra de oro que hoy hacen gala en el Salón de la Fama del Béisbol Mexicano con sede en Monterrey para conmemorar la carrera del inolvidable Leonardo ‘Leo’ Rodríguez, el mejor antesalista mexicano de todos los tiempos.
Rodríguez vería por primera vez la luz del mundo un 01 de julio de 1929, en el seno de una familia beisbolera y de cuatro hijos. “Yo nací en un pueblito del Estado de Durango, Tlahualilo, Zaragoza, Durango”, relató el mismo Rodríguez al entrevistador Enrique Ballesteros. Como muchos otros, ‘El Negro’ – como se le conocía en su juventud – comenzó a desarrollarse en el beisból jugando en los llanos de su lugar de origen – mismo que, dicho sea de paso, es hoy famoso por sus sembradíos de sandía –. “Me inicié en mi pueblo natal. Entonces fui jugando en equipos amateurs […] y sobresalí.”
Rápidamente, los buscadores de talento lo detectaron en los campos amateur de La Laguna, siendo invitado a participar en la Liga Mexicana de Béisbol. “…Me inicié con el equipo de Torreón en 1949, que era el Unión Laguna.” En ese Torreón alinearía con peloteros como Tomás ‘Piyuyo’ Arroyo, Virgilio ‘El Tigre de Regla’ Arteaga, Alex Carrasquel, Jesús ‘Chanquilón’ Díaz, ‘Zacatillo’ Guerrero, Carlos ‘Cartucho’ Regalado, Gudadalupe ‘Lupe’ Ríos y el manager Guillermo ‘Memo’ Garibay.
“Entonces me tocó suerte y gané el campeonato del Novato del Año”, expresó Rodríguez con modestia, sin mencionar que en esa temporada, el joven de sólo 19 años hizo gala de un elegante fildeo desde la esquina caliente y de tremendo poder al bat, al registrar .300 en su debut en el tradicional circuito mexicano.
“En ese tiempo se permitían 9 extranjeros en cada equipo”, recordó Rodríguez. “…entonces para el mexicano era muy difícil iniciarse… [Aún] más sobresalir.” Aún con ello, el Unión Laguna, conformado por casi sólo mexicanos – a excepción de Agustín Bejerano, Barney Brown, Henry Miller y Chico Renfroe – ganó el campeonato de la Liga Mexicana de Béisbol en 1950 – el más reciente obtenido por la franquicia –. Teniendo de nueva cuenta a ‘Memo’ Garibay como timonel; a ‘Leo’ Rodríguez, Jesus ‘Chanquilón’ Díaz y Agustín Bejerano de toleteros; así como al campeón en juegos ganados, Tomás Arroyo (18) y al líder en ponches, Barney Brown (157), el equipo logró la victoria.
Con el Torreón jugó el Duranguense por otras tres temporadas (1951-53). En 1954, ‘Leo’ prueba suerte en la Liga Arizona-Texas, con el equipo de los Mineros de Cananea, Sonora. Ahí se reencuentra con su manager ‘Memo’ Garibay y alinea con peloteros como Julio Alfonso, Aurelio Espericueta, Alfredo ‘Yaqui’ Ríos y Claudio Solano.
Con ellos gana el campeonato de bateo de la liga con promedio de .430, anotando 259 hits en 141 juegos. En su reluciente trofeo se alcanza a apreciar la leyenda: “Presented by Spalding & Bros. to Leonardo Rodríguez of the Cananea Baseball Club, for winning the minor league rookie batting championship in 1954. Batting Average .430.” Rodríguez recuerda: “Desde 1927 no se bateaba .430. Ahí gané el campeonato de bateo y eso valió para que Pittsburgh se fijara en mí y me firmara.”
En el sistema de Pittsburgh, Rodríguez llegó a los Hollywood Stars de la Pacific Coast League bajo el mando del timonel Bobby Bragan. Bateó para .230 en 61 veces al bat durante 20 juegos, alineando con ligamayoristas como Jim Baumer, Bill Hall, Gail Henley, Paul Pettit y Lino Donoso.
Con la integración de la Liga Mexicana de Béisbol al sistema de Grandes Ligas, surgió de nuevo la oportunidad de jugar en México. “Estaba entrenando en la primavera de 1955 con el equipo Estrellas de Hollywood […] cuando me dijeron que me iban a enviar al Pelícanos de Nueva Orleans de la Liga del Sur, pero mi compañero Lino Donoso me dijo que, de ir allá era preferible ir a la nueva Liga Mexicana con los Tigres, equipo que tenía convenio de trabajo con los Piratas.”
‘Leo’ Rodríguez jugó con los recién formados Tigres Capitalinos durante dos temporadas (1955-56). Ahí se convirtió en uno de los peloteros más codiciados del béisbol nacional, al coronarse como campeón de bateo de la Liga Mexicana con porcentaje de .385 en 291 turnos al bat en 1955.
“Tuve la oportunidad de jugar con un gran team…”, recuerda Rodríguez. “Fuimos campeones y logré ganar el campeonato de bateo. El infield que tuvimos fue el mejor donde he jugado: Al Grunwald en primera, ‘Pepe’ Bache en segunda, Jimmy Baumer en el short y yo en tercera. […] En la recta final luché por el título de bateo con el ‘Burro’ Hernández de los Diablos y con mi compañero Gail Henley. Gané en una final de fotografía. Nuestro mejor pitcher era Fred Waters, un zurdo americano que no solamente tenía buena velocidad, sino que se le movía mucho la recta. Fue un año inolvidable, uno de los mejores de mi carrera y del béisbol mexicano.”
“El 57 me mandaron para el equipo de Hollywood, en la Costa del Pacífico. Era un béisbol también muy fuerte, porque eran los [equipos] que están en Grandes Ligas en este momento: San Diego, Los Ángeles, San Francisco, Oakland […] Era muy difícil ese béisbol.” Con todo y eso, Rodríguez bateó para un respetable .287 en 536 veces al bat. “De ahí pasé al equipo de Columbus en el año 58”.
Con los Jets de Columbus permanecería de 1958 a 1960, bateando para .277, .268 y .292, respectivamente. Luchó con ahínco por llegar a la Gran Carpa, pero una fractura en el tobillo le truncó ese sueño. Con sencillez, recordaba sentir una gran sensación al saber que su guante “estaba a la altura de las Grandes Ligas.” “Yo tenía el guante para llegar, pero no el bate. Siempre estuve en la lucha por un lugar, pero desafortunadamente en Grandes Ligas, los catchers, los primeras bases y terceras bases tienen que dar cuadrangulares, como los da Vinicio Castilla, como los dio Aurelio Rodríguez, QEPD”, reveló a El Universal en 2001.
Todo esto no lo desanimó para seguir demostrando sus cualidades en la pelota mexicana. Regresó a la Liga Mexicana con los Diablos Rojos del México en 1961, bateando para .301 con 155 imparables en 131 juegos. Con este club se abriría otro capítulo en la excelente carrera del pelotero.
‘Leo’ permaneció con el equipo escarlata de 1961 a 1965. Con ellos no sólo llegaría a conquistar el campeonato de 1964, sino que sería reconocido como líder de la antesala en los años de 1963, 1964 y 1965. Por si esto fuera poco, Rodríguez bateo con los pingos arriba de .301 sin poncharse más de 33 veces por temporada. A pesar de no ser un bateador de poder – sólo bateó 82 jonrones en su caminar por el béisbol –, Leo Rodríguez terminó su carrera con .315 de bateo en 13 temporadas de la LMB, siendo líder de la tercera base en 10 campañas (1949-53, 1955-56 y 1963-65), lo cual constituye un récord para el circuito.
En el béisbol de la Costa alineó con los Ostioneros de Guaymas (1949-52) – al lado de Johnny Ritchey, Beto Rodríguez, ‘Gilillo’ Villarreal, Claudio Solano, Barney ‘Grillo’ Serrell y Santiago ‘Dumbo’ Ayala, entre otros –, así como para Hermosillo (1952-58) – jugando junto a grandes como ‘Natas’ García, ‘Pepe’ Gutiérrez, ‘Chanquilón’ Díaz, Claudio Solano, ‘Cucón’ Bernal, ‘Diablo’ Núñez y Virgilio Arteaga.
Además, fue timonel durante dos años, ganando un campeonato en la temporada 1963-64 con los Naranjeros de Hermosillo, quienes en ese año tuvieron a Héctor Espino en sus filas – Jugador más Valioso y Campeón de Bateo de la temporada –.
Tras retirarse de los reflectores en 1965, Leo Rodríguez inicia en 1971 su carrera como instructor de jóvenes generaciones de peloteros con la organización de los Diablos Rojos del México. Ingresó al Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México en 1980, en una ceremonia donde también fueran homenajeados el umpire Carlos Alberto González, el primera base Ramón Montes de Oca, así como el cronisa Eduardo ‘Lalo’ Orvañanos. En homenaje a su trayectoria con el equipo, los Algodoneros de Unión Laguna retiraron de por vida su número 09.
Tristemente, la vida del gran ‘Leo’ Rodríguez llegó a su fin un 16 de agosto de 2011. Al día siguiente, en el sexto juego de la Serie de Campeonato 2011 de la Zona Norte, los Sultanes de Monterrey y los locales Diablos Rojos del México le rindieron un sentido homenaje. En el encuentro estuvo presente su hijo, ‘Leo’ Rodríguez Jr. (1955-2020), coach de tercera base de los Sultanes, quien fuera consolado su manager, Enrique ‘Che’ Reyes.
Antes de iniciar el encuentro, el sonido local del Foro Sol recordó la trayectoria del jugador tlahualilense, para posteriormente pedir a la afición un minuto de aplausos para el mejor tercera base de todos los tiempos en el béisbol mexicano.