Un Cubano con Corazón de Mexicano

El momento de la verdad se acerca y el camino a seguir es largo y cuesta arriba. México está a punto de enfrentarse a uno de los equipos más fuertes de la competencia: Puerto Rico. Lleno de estrellas de nivel de Grandes Ligas, Puerto Rico recientemente ha derrotado a un gigante de la talla de República Dominicana. De llegar a ganar – esperamos que así lo sea –, el siguiente rival a vencer para la Selección Nacional sería Japón – quien trae entre sus filas al fabuloso Shohei Ohtani –. No desesperemos. Hay que conservar la calma, pues el equipo verde tiene un arma secreta: un cubano que nació con corazón de mexicano.

Perfilándose para ser el Jugador Más Valioso de la Selección Nacional, Randy Arozarena ha sabido destacar entre las filas de la novena mexicana en los cuatro partidos celebrados hasta el momento en el Clásico Mundial de Béisbol 2023. Nacido un 28 de Febrero de 1995 en Arroyos de Mantua – un pueblo en la costa noroeste de Cuba, cerca de La Habana –, Arozarena comenzó jugando béisbol en la calle. Siendo muy joven, alineó con los Vegueros de Pinar del Río, un equipo profesional de béisbol cubano. Ya desde entonces se le conocía como ‘El Cohete Cubano’.

Después de la muerte de su padre en 2014 y de no haber sido seleccionado para representar a Pinar del Río en la Serie del Caribe 2015 en Puerto Rico – lo último ya que la directiva temía que, estando en el extranjero, podría él desertar – Arozarena tomó una decisión que, lamentablemente, muchos cubanos deben de tomar para poder perseguir sus sueños: escapar de la isla. La razón era simple: tras el deceso de su progenitor, Arozarena necesitaba el dinero para poder mantener a su madre y a sus dos hermanos menores.

“A los 19 años, ganaba más que mi madre”, compartió Arozarena con los medios. En su primera temporada en el béisbol profesional de Cuba, Arozarena recibía $4 USD y posteriormente $38 USD al mes. Por ello, Arozarena se subió a un bote y 8 horas más tarde y después de varias penurias llegó a Isla Mujeres, frente a la costa de Cancún. Para poder firmar como agentes libres para un equipo de la MLB, los cubanos desertores deben establecer su residencia en otro país antes de poder recibir la autorización del Gobierno de los Estados Unidos. Por ello es que Arozarena llegó a las costas mexicanas, donde no conocía absolutamente a nadie.

Según relata James Wagner de The New York Times en un artículo publicado en 2020, Arozarena se conectó con Guillermo Armenta, un cazatalentos de la MLB que también se encargaba de supervisar a los jovenes prospectos de los Toros de Tijuana de la Liga Mexicana de Béisbol. Al conocer al joven prospecto en Mérida, Armenta identificó su potencial de inmediato. Por esta razón, el cazatalentos lo invitó a Tijuana para desarrollarse en la Academia de Los Toros, misma de la que han salido varios prospectos para Grandes Ligas.

Después de su breve debut con Los Toros en 2016, Arozarena alineó con Los Toritos – una sucursal de Tijuana – donde ganó un título de bateo. Tras su buena actuación con el equipo, Arozarena consiguió la firma de la organización de los St. Louis Cardinals por $1.25 millones (USD). “Vino aquí sin nada…”, dijo Armenta en entrevista telefónica con el New York Times. “Pero míralo ahora. Ése es Randy”.

Así fue como Arozarena hizo su debut en Grandes Ligas un 14 de agosto de 2019, bateando para .300 en 20 turnos al bat y 19 juegos en su primera temporada. Viendo la tremenda actuación del joven, los Tampa Rays decidieron canjear a su mejor prospecto de pitcheo en ese momento por su contrato. Sin embargo, su debut con Tampa sufrió de un retraso al dar positivo a la prueba del COVID-19 en 2020. Al regresar, se ganó un lugar en el equipo tras batear para .281 y producir 7 jonrones en sólo 23 juegos. Ya para la postemporada de 2020, Arozarena se había convertido en el mejor bateador de los Rays. Produjo 3 jonrones en 5 juegos, ayudando al equipo a tumbar a los New York Yankees en la Serie Divisional de la Liga Americana.

En la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra los Astros de Houston (2020), Arozarena conectó 4 jonrones más, siendo nombrado el Jugador Más Valioso de la serie. Sus 7 jonrones producidos en la postemporada rompieron el récord impuesto por Evan Longoria con los Rays en 2008 por la mayor cantidad de jonrones producidos por un novato en la historia de Grandes Ligas. En la Serie Mundial contra los Dodgers de Los Ángeles, Arozarena anotó jonrones en el tercer, cuarto y sexto juego, rompiendo el récord de más jonrones en una postemporada. Sin embargo, Tampa cayó ante los Dodgers en esa temporada – en un partido en el que, dicho sea de paso, ‘El Culichi’ Julio Urías se encargaría de cerrar –.

En 2021, Arozarena bateó para .274/.356/.459 con 20 jonrones. Durante el primer juego de la Serie Divisional de la Liga Americana contra los Boston Red Sox, Arozarena se convirtió en el primer pelotero en batear un jonrón y robarse el home en el mismo juego durante los playoffs. Al terminar la temporada, Arozarena fue reconocido como el Novato del Año de la Liga Americana.

En la temporada 2022 con los Tampa Rays, Arozarena se robó 32 bases – tercer lugar en Ligas Mayores –, bateando para .269/.344/.463 con un OPS+ de 124. Ya para octubre de 2022, Arozarena había reiterado su interés por representar a México en el Clásico Mundial de Béisbol 2023.

Mucho agradecimiento tiene Arozarena por haber sido bien recibido en México. De acuerdo con James Wagner, Arozarena ha dicho que le encanta vivir en Mérida porque es tranquila y porque el clima es cálido durante todo el año, lo cual le recuerda a su isla natal. Habiéndole ofrecido una vida mejor a su familia – su hermano juega ahora futbol profesional mientras que su madre vive cerca de él –, Arozarena disfruta mucho su vida en México. Su plato favorito son los tacos de carne asada. El único vínculo que tiene hoy con Cuba es el resto de su familia y los amigos que dejó atrás.

De la situación política que atraviesa la isla, Arozarena comentó: “Hay muchos jugadores cubanos que quieren representar a Cuba, por ejemplo, en un Clásico Mundial de Béisbol o en un torneo importante, pero debido a la política, no pueden”, dijo, y agregó más tarde: “Por mi parte, no representaría a Cuba hasta que las cosas cambien”.

“Soy cubano, pero sería un honor para mí representar a México”, expresó a la prensa en 2020. Tres años más tarde, el joven cubano naturalizado mexicano ha cumplido otro sueño más.