Luis Tiant: en Memoria al «Fred Astaire» del Béisbol

El pitcheo no es solo una habilidad mecánica que se aprende apoyándose de métodos científicos; es también un arte. El deber de todo buen lanzador es esconder la pelota de los bateadores y evitar que les encuentren el ritmo. Para ello, existen múltiples herramientas que estos atletas utilizan, ya sea lanzando una patada alta con la pierna, una caída de manos para quitar la pelota de la vista del bateador o un ángulo de entrega único, por mencionar algunas. Cada uno de ellas puede ser muy efectiva para conseguir el preciado strike.

En la historia de las Grandes Ligas, han habido muchos lanzadores con maneras muy particulares y efectivas de lanzar. Famoso es el estilo de peloteros como Orlando Hernández, Hideo Nomo o Dan Quisenberry, por mencionar solo algunos. Sin embargo, ninguno de ellos fue como el del “Fred Astaire” del béisbol, Luis Tiant.

Conocido por su entrega, en la que giraba su cuerpo completo y mostraba su famoso número 23 al bateador antes realizar sus lanzamientos, Luis Tiant desarrolló esta técnica como producto de una gran necesidad.

“Un día, se me ocurrió la idea, en 1972, cuando estaba en Boston“, dijo Tiant en una charla con ESPN en 2009. “Cuando estaba en Cleveland, lanzaba para 98-99 mph, pero me lastimé y ya no podía tirar tan fuerte. Por ello, comencé a usar mejor mi cuerpo. Fue entonces cuando empecé a lanzar de esa manera“.

De cualquier forma, su peculiar estilo de pitcheo lo ayudó a compilar un récord de 229 victorias y 172 derrotas con 2,416 ponches así como un promedio de carreras limpias de 3.30 en 187 juegos completos, convirtiéndolo no solo en el pitcher cubano con mas juegos ganados en Grandes Ligas, sino también en uno de los peloteros latinos más queridos en la historia de los Boston Red Sox.


Infancia y primeros años en Cuba.

Luis Clemente Tiant y Vega nació el 23 de noviembre de 1940 en Marianao, Cuba. Tiant provenía de una familia con una rica tradición en el deporte. Su padre, Luis “Lefty” Tiant, fue un reconocido lanzador en la Liga Cubana, en la Liga Mexicana de Béisbol y en Ligas Negras, donde militó con novenas como los New York Cubans. De su padre, Monte Irvin afirmó que “Lefty” “habría sido una gran estrella” si la barrera racial de la época no le hubiera impedido jugar en Grandes Ligas.

Desde pequeño, Luis mostró un talento excepcional para el béisbol. Creció en un entorno donde este deporte era una parte integral de la cultura, lo que le permitió desarrollar sus habilidades en las calles y parques de su ciudad de origen. Con su padre habiendo experimentado el béisbol profesional, Tiant sintió la necesidad de seguir sus pasos, aún cuando su progenitor quería algo mejor para él. Sin embargo, la Revolución Cubana trajo consigo muchos cambios, afectando la vida de muchos atletas, incluidos los de su familia.


El camino hacia las Grandes Ligas.

A pesar de las dificultades políticas y económicas, Tiant continuó persiguiendo su pasión por el béisbol. A medida que avanzaba en las ligas juveniles, su talento se hizo evidente, y pronto se dio a notar ante los cazatalentos de Grandes Ligas. Uno de éstos fue Beto Ávila de los Cleveland Indians, quien buscaba a jóvenes prospectos en Cuba, encontrando a un joven Luis de 16 años. Ávila lo recomendó con los Tigres de México de la Liga Mexicana de Béisbol, alineando con esta novena en 1959 y recibiendo un salario de $150 dólares al mes. Jugó en la Liga Mexicana de 1959 a 1961, con los Tigres vendiendo su contrato a los Indios de Cleveland por $35,000 dólares.


Primeros éxitos en Grandes Ligas.

En 1961, Luis llegó a los Estados Unidos. Al llegar, enfrentó varios desafíos, incluyendo barreras lingüísticas y culturales. Además, con las tensiones entre el gobierno de Fidel Castro en Cuba y el de John F. Kennedy en los Estados Unidos, le fue imposible regresar a su país de origen para visitar a su familia. Por ello fue que no pudo ver a sus padres por 14 largos años.

Sin embargo, su habilidad en el montículo rápidamente llamó la atención. En Ligas Menores, Tiant continuó desarrollándose como lanzador, pasando por novenas como los Charleston Indians, los Burlington Rangers y los Portland Beavers.  

Luis Tiant hizo su debut en las Grandes Ligas con los Cleveland Indians el 19 de julio de 1964, enfrentando a los Yankees de New York. Su primera salida fue un gran éxito. Aceptó solo 4 hits, ponchando a 11, llevándose la victoria por blanqueada de 3-0 y colgándole la derrota al pitcher estrella de New York, Whitey Ford. Terminó su temporada debut con récord de 10-4, 105 ponches y efectividad de 2.83 en 19 juegos.

En 1968, Tiant tuvo una de las mejores temporadas de pitcheo en la historia de las Grandes Ligas, liderando la Liga Americana con 1.60 de efectividad, con 9 blanqueadas y marca de 21-9.


Su temporada con los Minnesota Twins.

Después de una temporada en la cual sufrió muchas lesiones en el año de 1969, Cleveland lo intercambió a los Minnesota Twins, donde su carrera pasó por un mal momento. Con Minnesota, Tiant comenzó 1970 con 6 victorias, pero luego se fracturó la escápula derecha, lo que prácticamente puso fin a su temporada y, según creían muchos periodistas de la época, a su carrera. A pesar de mostrar buen desempeño en el Spring Training de 1971, Minnesota lo liberó de su contrato.

Por fortuna, los Bravos de Atlanta le abrieron las puertas, pero lo enviaron a Triple A. Así fue como llegó a los Richmond Braves. Mientras lanzaba en Richmond, fue adquirido por los Louisville Colonels, equipo que le dio la oportunidad de llegar a militar junto a los Boston Red Sox.


Su impacto en Boston y en la Serie Mundial de 1975.

Luis Tiant se unió a los Boston Red Sox en 1971, pero en dicha temporada alcanzó solo un 1-7 con efectividad de 4.88. No obstante, Tiant regresó con gran éxito en 1972, cosechando un récord de 15-6 con 6 blanqueadas y liderando la American League con 1.91 de efectividad. Registró 20-13 en 1973 y 22-13 en 1974, convirtiéndose en una figura clave en la rotación de lanzadores y recibiendo su primera invitación para el Juego de Estrellas en la temporada de 1974.  

Su estilo único, que incluía un lanzamiento en arco y una mecánica distintiva, lo convirtió en un desafío para los bateadores. Durante sus años en Boston, Tiant se estableció como uno de los mejores lanzadores de su generación.

Uno de los momentos más brillantes de la carrera de Tiant llegó en 1975, cuando registró récord de 18-14, ayudando a los Red Sox a llegar a la Serie Mundial contra los Cincinnati Reds. Su desempeño en la Serie Mundial fue excepcional. Lanzó en el primer, cuarto y sexto juego de la Serie, ganando dos y recibiendo una indecisión en el sexto juego, mismo que ha sido considerado por los aficionados como el mejor juego de Serie Mundial de todos los tiempos. Aunque el equipo no pudo coronarse campeón, su actuación en la Serie Mundial contra los Rojos de Cincinnati dejó una marca perdurable en la historia del béisbol.

La Serie Mundial de 1975 no solo fue memorable por el desempeño de Tiant, sino también por el emocionante juego que ofrecieron dos grandes equipos peleando con todas sus habilidades y sus fuerzas. A pesar de no ganar el campeonato, su liderazgo en el montículo y su capacidad para manejar la presión lo consolidaron como un héroe en Boston.


Un emotivo reencuentro.

Para Tiant, la postemporada de béisbol no fue el evento más importante del año. Con la ayuda del senador Edward Brooke III de Massachusetts, George S. McGovern, su colega de Dakota del Sur, visitó Cuba llevando una carta dirigida al presidente Fidel Castro, en la que se le solicitaba que se permitiera a los padres de Tiant visitar Boston para ver jugar a su hijo.

Al final de una larga reunión, McGovern le presentó la carta a Castro, conocido apasionado del béisbol, y éste, al día siguiente, le envió un mensaje a McGovern diciéndole que no solo se le concedería su solicitud, sino que también se permitiría a “Lefty” e Isabel Tiant quedarse en Boston todo el tiempo que quisieran. El 21 de agosto de 1975, los Tiant aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston al reencuentro con su hijo, a quien no veían desde 1961. 

5 días después en Fenway Park, justo antes de que comenzara el juego entre los Red Sox y los California Angels, “Lefty” Tiant, de entonces 69 años, dejó el dugout de los Red Sox y caminó hacia el montículo, donde su hijo se preparaba para hacer su primer lanzamiento. Se quitó la chaqueta y se la entregó a su hijo, quien la sostuvo mientras su padre pisaba la goma, haciendo el primer lanzamiento ceremonial al receptor de Boston, Tim Blackwell. Todo el estadio se puso de pie, vitoreando.

“Francamente, pienso que fue un momento muy especial en la historia, tener dos generaciones de estrellas cubanas en el Fenway Park“, dijo el periodista deportivo y comentarista de televisión de Boston Peter Gammons. “Y cuando su padre lanzó la primera bola, el cántico de ‘Loo-eee, Loo-eee’ fue ensordecedor. Fue realmente un momento extraordinario.“

A partir de ese año, los padres de Tiant permanecieron junto a él en los Estados Unidos. Tristemente, ambos fallecieron quince meses después, con la madre de Tiant muriendo tres días después de su padre.


La segunda mitad de su carrera.

Las siguientes tres temporadas de Luis Tiant con los Boston Red Sox fueron de gran éxito. En 1976, Tiant tuvo récord de 21-12, mientras que en 1977 cosechó 12-8. En 1978, dejó un récord de 13-8, llegando a ser considerado como uno de los mejores pitchers en la historia de los Red Sox.

En los años posteriores, Tiant continuó siendo un lanzador efectivo. Al terminar la temporada de 1978, Tiant firmó como agente libre con los New York Yankees, donde obtuvo un récord de 21-17 de 1979 a 1980. Después siguió con los Piratas de Pittsburgh en 1981, donde solo lanzó en 9 juegos, obteniendo un récord de 2-5 con 3.92 de efectividad. Terminó su carrera con los California Angels en 1982, donde lanzó solo 6 juegos, con récord de 2-2 y efectividad de 5.76. Aunque enfrentó altibajos en su rendimiento, su experiencia y liderazgo fueron invaluables para los equipos en los que jugó.


Retiro y legado.

A lo largo de su carrera de 19 años en Grandes Ligas, Luis Tiant acumuló 229 victorias con efectividad de 3.30, convirtiéndose en uno de los lanzadores más respetados de su era y en el pitcher cubano con el mejor récord de ganados y perdidos en Ligas Mayores. Se retiró del béisbol profesional en 1983, jugando en la Liga Mexicana para los Diablos Rojos del México y los Leones de Yucatán.

A lo largo de su carrera, no solo dejó un legado de estadísticas impresionantes, sino también un impacto duradero en el béisbol. Su historia es un testimonio de perseverancia y dedicación, y su éxito ayudó a abrir puertas para futuros jugadores latinoamericanos en las Grandes Ligas.

Después de su retiro, Tiant continuó involucrándose en el béisbol como coach de ligas menores, comentarista y analista, compartiendo sus conocimientos y su amor por este deporte. Su trabajo en la comunidad cubana en Estados Unidos también ha sido significativo, abogando por los derechos de los atletas y la inclusión en el deporte.


Reconocimientos y homenaje.

A lo largo de los años, Tiant recibió numerosos premios y reconocimientos por su contribución al béisbol. Recibió un lugar entre los Inmortales del Salón de la Fama de los Medias Rojas de Boston en 1997, así como un lugar en el Salón de la Fama del Museo del Béisbol de la Herencia Hispana en 2002 y en el Salón de la Fama y Museo del Béisbol Venezolano en 2009.

Tiant fue considerado en la elección al Salón de la Fama del Béisbol Nacional en Cooperstown a través de la votación de la Asociación de Escritores de Béisbol de América entre 1988 a 2002, pero solo reunió el 30.9% de los votos en su primer año. También fue considerado por el Comité de la Época de Oro en 2011 y 2014, así como por el Comité de la Era Moderna en 2017, quedando lamentablemente por debajo de los votos requeridos para su inducción en cada ocasión.

Su historia ha sido documentada en varios medios, y su impacto se siente no solo en el deporte, sino también en la cultura latina en los Estados Unidos.


Conclusión.

Luis Tiant falleció el 8 de octubre de 2024 a la edad de 83 años. Querido y recordado por la organización que lo vio brillar, muchas figuras de la directiva de los Red Sox le dedicaron algunas palabras en homenaje.

“Luis tenía un estilo de pitcheo que era tan memorable como efectivo, pero para mí, el regalo más especial era su capacidad de levantarte con solo una sonrisa“, compartió el presidente y director ejecutivo de los Red Sox, Sam Kennedy, como parte de un comunicado emitido por el equipo. “Su legado en el montículo es innegable, pero todos nosotros hoy estamos de luto por el hombre, el amigo, el mentor que conectó a generaciones de fanáticos y jugadores.”

“Luis tenía una presencia inolvidable que te hacía sentir como si fueras parte de su mundo“, expresó el dueño de los Red Sox, John Henry. “Canalizó en todo su amor por el juego y la gente que lo rodeaba. Era magnético y tenía una sonrisa que podía iluminar el Fenway Park.“

La vida y carrera de Luis Tiant son un testimonio del poder del béisbol para superar barreras y unir culturas. Su legado perdura, no solo como un gran lanzador, sino como un símbolo de perseverancia y dedicación. “El Tiante” sigue siendo una figura inspiradora, y su historia continuará resonando en el mundo del béisbol por generaciones.

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