En Memoria a la Estrella Caída en la Deshonra

Era el Juego de Estrellas de 1970. La sede fue el Estadio Riverfront de Cincinnati. La pizarra indicaba un 4-4 con dos hombres fuera en la parte baja del duodécimo episodio. Por la National League, Pete Rose se encontraba en segunda base y Billy Grabarkewitz en primera. Cuando Jim Hickman conectó una línea al lanzador Clyde Wright hacia el jardín central, Rose se escapó de la segunda base. Después de haber pisado la tercer almohadilla, Rose se dirigió al plato, pero entre Rose y el plato se encontraba el receptor Ray Fosse, esperando el tiro del jardinero central Amos Otis. Justo cuando llegó la pelota, Rose se estrelló contra Fosse, enviando al receptor al suelo con un hombro lesionado. Rose tocó el plato con la carrera ganadora, pero no sin antes ponerse a sí mismo y a Fosse en peligro.

Pete Rose es una de las figuras más polémicas de la historia del béisbol. Su talento, su desenfreno y su deseo de ganar a toda costa le hicieron acreedor del cariño y admiración de miles de aficionados al béisbol, pero sus errores personales se convirtieron en una moraleja para todos los jóvenes peloteros que aspiran a hacer una ilustre carrera en Grandes Ligas. Pero aún con todo y su bravuconería, sus amoríos y su pasión por los juegos de azar, una cosa siempre ha sido clara: Pete Rose fue un beisbolista excepcional.

Peter Edward Rose nació un 14 de abril de 1941 en Cincinnati, Ohio. Su padre, Harry Francis Rose trabajaba para el Fifth Third Bank, pero era un aficionado al deporte. Harry persiguió todas sus metas deportivas con la misma determinación temeraria que se convirtió en el sello de su hijo. Harry estaba decidido a convertir a su hijo en un atleta desde una edad temprana y siempre le recalcó que, «cuando uno juega, lo hace para ganar».

Pete Rose asistió a la escuela secundaria Western Hills, donde destacó en futbol americano y baseball. Sin embargo, no fue un buen estudiante, y como resultado, tuvo que repetir el noveno grado.  Debido a este año adicional, Rose no fue elegible para jugar béisbol para Western Hills durante su último año, por lo que jugó en una liga semiprofesional, donde atrajo la atención de los cazatalentos.

Al graduarse de la secundaria en 1960, Rose recibió una oferta de los Cincinnati Reds por $7,000 dólares y por otros $5,000 dólares si lograba entrar a Ligas Mayores. Después de firmar, Rose llegó a los Redlegs de Geneva (Clase D). Pete bateó para .277 en su debut como beisbolista profesional. Después de batear .331 para los Tampa Tarpons de Clase D en 1961 y .330 con los Macon Peaches de Clase A en 1962, Rose recibió una invitación para el Spring Training de los Cincinnati Reds en 1963.

Fue de esta manera que Rose hizo su gran debut en Grandes Ligas el 8 de abril de 1963, a la edad de 22 años. Desde el principio, Rose demostró un compromiso extraordinario con el juego. Con un promedio de bateo de .273 y 101 carreras anotadas, Rose fue nombrado Novato del Año de la National League. Para 1965, Rose ya se había consagrado como uno de los mejores bateadores de este circuito. Bateando para .312, Rose lideró la liga con 209 hits, siendo llamado a su primer Juego de Estrellas en esa temporada.

En 1968 y 1969, Rose obtuvo sus primeros dos títulos de bateo y de forma consecutiva. También ganó el primero de dos Guantes de Oro consecutivos como jardinero. Joe Morgan, su compañero de equipo escribió sobre él años más tarde: “Pete siempre jugaba al béisbol y lo hacía con todas sus fuerzas. Cada juego era el séptimo de la Serie Mundial. Tenía una capacidad increíble para luchar sin desenfreno durante 162 juegos como si cada uno de ellos fuera el último.”

Rose se ganó el apodo de “Charlie Hustle” debido a su incansable estilo de juego. Fue el mismo “Whitey” Ford quien le diera ese mote al verlo correr hacia primera después de haber recibido una base por bolas durante un juego de entrenamiento.

Si bien Rose había sido bueno en la década de 1960, la de 1970 fue aún mejor para él y para su equipo, los Cincinnati Reds. En esta década, Rose se estableció como uno de los mejores beisbolistas de Grandes Ligas. Liderados por el nuevo mánager, «Sparky» Anderson en 1970 y con la llegada del segunda base Joe Morgan y el jardinero central César Gerónimo en 1971, los Rojos dominaron la National League durante la mayor parte de la década. Impulsados por su poderosa ofensiva, la Gran Maquinaria Roja capturó cuatro banderines de la National League y dos títulos de la Serie Mundial entre 1970 y 1976.

En el campo, Rose sirvió como primer bateador y catalizador de la Maquinaria Roja, infundiendo a los Rojos su deseo de ganar e intimidando a sus oponentes en el proceso.

Muchos coinciden en decir que la mejor temporada de Pete Rose fue probablemente la de 1973, cuando ganó su tercer título de bateo con porcentaje de .338, anotando 230 hits, 115 carreras y siendo nombrado el Jugador Más Valioso de la National League. A pesar de sus logros personales, la temporada de los Rojos terminó con una derrota en el quinto juego de la Serie de Campeonato de la National League ante los Mets.

En 1975, Rose lideró la liga en carreras anotadas y dobles por segunda temporada consecutiva, y los Rojos arrasaron en la División Oeste de la National League con una marca de 108-54 hasta enfrentarse con los Boston Red Sox. En el Juego Siete, los Reds derrotaron a Boston por 4-3 y se llevaron el campeonato después de las derrotas en la Serie Mundial de 1970 y 1972. El título fue el primero de Cincinnati desde 1940, y Rose fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Serie después de batear para punto 370 con un porcentaje de embasado de .485. Para Rose, la temporada culminó en diciembre cuando Sports Illustrated lo nombró como «El Deportista del Año».

Rose volvió a liderar la liga en carreras anotadas, hits y dobles, registrando números similares a sus totales de 1975 en todos los ámbitos en la temporada de 1976. Los Rojos volvieron a ganar más de 100 juegos, arrasando en la Serie de Campeonato de la National League contra los Phillies de Philadelphia y barriendo a los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial.

Después de la salida del mánager «Sparky» Anderson, Rose se convirtió en agente libre. Fue así como el exitoso beisbolista entró a la organización de los Phillies de Philadelphia, firmando un contrato de $3.2 milliones de dólares por cuatro temporadas. En 1979, su primer año con los Phillies, Rose bateó para .331, con porcentaje de embase de .418 y un récord de 20 bases robadas.

En 1980, los Phillies regresaron a la postemporada y a pesar de una temporada sin pena ni gloria para su calibre, pues bateó para .282, la Serie de Campeonato de la National League le dio a Pete Rose la oportunidad de demostrar su valía. Con los Phillies perdiendo ante los Astros, Rose conectó un hit en la décima entrada, impulsando la carrera de la ventaja. En el siguiente juego decisivo, con los Phillies abajo 5-2, Rose tuvo un enfrentamiento memorable contra Nolan Ryan, logrando un pasaporte que ayudó a reducir la ventaja. Philadelphia ganó el juego y, posteriormente, la primera Serie Mundial de su historia al imponerse sobre los Kansas City Royals.

En 1981, Rose rompió el récord de hits de la National League de Stan Musial y tuvo una buena temporada con un promedio de bateo de .325. Mientras que 1982 pasaría sin pena ni gloria para él y para su equipo, en 1983, tras un inicio difícil, los Phillies mejoraron bajo un nuevo mánager y Rose, aunque tuvo problemas en la recta final de la temporada, destacó en la postemporada con un promedio de .344. Tras derrotar a los Dodgers de Los Angeles, los Phillies lograron llegar a la Serie Mundial, pero fueron derrotados por Baltimore. Tres días después de concluida la Serie Mundial, los Phillies liberaron a Rose de su contrato.

Los Expos firmaron a Rose en 1984, pero fue canjeado de regreso a Cincinnati, donde se convirtió en mánager-jugador. Alcanzó el récord de hits de Ty Cobb un 11 de septiembre de 1985, día en que anotó el hit número 4,192 de su carrera. Mientras los fanáticos lo aplaudían y sus compañeros de equipo se agolpaban a su alrededor, Rose abrazó entre lágrimas a su hijo de 15 años, Pete Jr., en el área alrededor de la primera base.

Rose jugó hasta 1986, retirándose con numerosos récords y premios. Sus logros fueron asombrosos. Tras su retiro, Rose fue líder en hits, juegos jugados, turnos al bat y apariciones en el plato. Se retiró con un promedio de bateo de por vida de .303, siendo además segundo en dobles y sexto en carreras anotadas. Ganó un premio al Novato del Año, un MVP, un MVP de la Serie Mundial, un premio Silver Slugger y dos Guantes de Oro. Sus equipos ganaron seis campeonatos y tres Series Mundiales.

Sin embargo, su vida tomó un giro drástico en 1989 tras ser acusado de apostar en juegos siendo mánager de los Cincinnati Reds, lo cual resultó en una prohibición de por vida del béisbol. Menos de un año después, fue condenado por evasión de impuestos, pasando cinco meses en prisión y siendo liberado en enero de 1991.

El hecho de que lo incluyeran en la lista de inelegibles permanentes le impidió a Rose asistir a las ceremonias oficiales, con la excepción de la presentación del Equipo del Siglo durante la Serie Mundial de 1999. Su número 14, que seguramente habría sido retirado por los Rojos, ha sido entregado por el equipo solo una vez desde su destierro, y fue a su hijo Pete Rose, Jr. durante la breve permanencia del joven Rose en el club en 1997.

Después de 15 años de negar vehementemente que hubiera apostado en el béisbol, Rose admitió en su libro “My Prison Without Bars” en 2004 que sí lo había hecho. Sin embargo, ni siquiera esto pudo hacerse sin controversia, ya que el libro coincidió con el anuncio de la clase del Salón de la Fama de ese año.

El debate sobre su elegibilidad para el Salón de la Fama sigue siendo un tema controvertido. Si bien sus logros en el campo son celebrados, el escándalo de apuestas proyecta una larga sombra sobre su carrera. Muchos argumentan que sus contribuciones al juego deberían ser reconocidas, mientras que otros creen que sus acciones justifican su exclusión. En los últimos años, ha habido llamados de aficionados y algunos jugadores para su reinstalación y su inclusión en el Salón de la Fama. Después de su retiro, Rose expresó en varias ocasiones su deseo de ser reinstalado y reconocido por sus logros.

A pesar de su exclusión, Rose continuó en el ambiente del béisbol. En sus setentas, Rose se mantuvo activo firmando autógrafos y conectando con los fanáticos que aún lo respetan y lo admiran.

Rose murió en su casa en Las Vegas, Nevada, el 30 de septiembre de 2024, a la edad de 83 años a consecuencia de una enfermedad cardiovascular. El día anterior a su deceso asistió a un evento de autógrafos en Franklin, Tennessee. Su muerte fue confirmada por la oficina del médico forense del condado, mismo que no compartió ningún detalle adicional.

La vida y carrera de Pete Rose encapsulan los altibajos del deporte profesional. Rose será siempre recordado por su extraordinario talento, su espíritu competitivo y sus contribuciones significativas al béisbol. Sin embargo, su escándalo de apuestas y su posterior prohibición de por vida sirven como un recordatorio de la importancia de mantener la integridad profesional no solo en el deporte, sino en la vida misma.

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