5 Horas Alrededor del Diamante – Parte 1 de 2

“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera” (Pablo Neruda). Y así como a la primavera no hay quien la detenga, a ‘La Máquina’, tampoco hubo quien lo hiciera, a pesar de los muchos intentos. Esta temporada 2022 tan llena de sorpresas y grandes momentos – por cierto, muchas felicidades a los Astros de Houston por su triunfo en el partido decisivo de la Serie Mundial –marca el retiro del gran toletero de la República Dominicana luego de 22 años de carrera profesional, y dicho sea de paso, con todos los honores – cuarto lugar de todos los tiempos en jonrones (703), después de Barry Bonds (762), Henry Aaron (755) y ‘Babe’ Ruth (714) –.

Santo Domingo, urbe en donde fuera edificado el aún existente Palacio Virreinal de Don Diego Colón – hijo primogénito de Cristóbal Colón –, sería la ciudad que lo viera nacer un 16 de enero de 1980.  Su padre, Bienvenido Pujols, pitcher de softball, sufría una desafortunada adicción al alcohol que terminó destruyendo su carrera. No pocas fueron las veces en que el joven Albert tendría que llevarse a su progenitor a cuestas después de los partidos. Con su padre cayendo cada vez más profundo en el abismo de la adicción, la abuela de Albert, América Pujols, se encargó de la educación del joven.

Albert Pujols creció en la gran ciudad de los campos de béisbol – y si no nos cree, el día que usted tenga la oportunidad de volar a Santo Domingo, asómese por la ventana del avión antes de aterrizar –, jugando este deporte en los baldíos, usando limones como pelotas, palos de escoba como bats y cartones de leche como guantes. Junto con su padre y su abuela, Pujols emigró a los Estados Unidos en 1996, donde fue testigo de una balacera en una bodega de Nueva York. Por ésta y otras razones, la familia se estableció dos meses más tarde en Independence, Missouri, donde también tenían familiares. Fue allí donde Pujols continuó con su educación básica.

Estando en Independence, Pujols se unió al equipo de béisbol de la escuela preparatoria Fort Osage, donde fue nombrado atleta All-Star en dos ocasiones. En su año de graduación (1998), los pitchers le daban la base por bolas intencional y aún así el joven Pujols logró conectarles 8 jonrones en 33 turnos al bat. Ya graduado, recibió una beca del Maple Woods Community College, donde produjo un grand slam y un triple play sin asistencias en el primer juego de su única temporada en el béisbol universitario. Con .461 al bat y 22 jonrones como novato del béisbol universitario, no era de dudarse que la MLB llegaría para tocar a su puerta.

Aunque habían ciertas reservas sobre firmar a un joven con el físico de Albert Pujols, fue el scout Fernando Arango quien lo recomendaría a los Tampa Bay Rays. Al no ser escuchado en su recomendación por la gerencia del equipo, Arango, creyendo en las capacidades del muchacho, renunció a la organización. Con todo y esto, Pujols fue seleccionado en la décimo tercera ronda del draft de la MLB del año 1999, cuando los St. Louis Cardinals lo llamaron. Al principio, Pujols renunció al bono de $10,000 USD por su firma – en lugar de ello optó por seguir jugando para los Jay Larks de la Liga Jayhawk Collegiate –, por lo que los Cardenales elevaron su oferta a $60,000 USD, logrando persuadirlo.

Acobijado bajo el manto de los Cardenales, Pujols comenzó su carrera en el béisbol de paga con los Peoria Chiefs, una novena de ligas menores. Batendo para .324, con 128 hits, 32 dobles, 6 triples, 17 jonrones y 84 carreras impulsadas, Pujols pronto se ganó el reconocimiento de sus compañeros en el medio, al ser votado como el Jugador Más Valioso de la liga y también nombrado miembro del equipo All-Star. Pujols también jugó 21 partidos con los Potomac Cannons en la Liga de Carolina de alta A ese año, bateando .284 con 23 hits, ocho dobles, un triple, dos jonrones y 10 carreras impulsadas. Terminó la temporada del año 2000 con los Memphis Redbirds en la Pacific Coast League (PCL). Luego de aparecer en tres juegos de temporada regular con ellos, bateó .367 en los playoffs y fue nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) de la postemporada cuando el Redbirds ganó su primer título en la PCL. Nada mal para un chico que hacía apenas 4 años había llegado a los Estados Unidos.

En el spring training de 2001, Mark McGwire le comentó cándidamente al manager Tony La Russa que si no ponía a Pujols en el roster de los Cardenales, sería “uno de los peores errores de [su] carrera”. Tony La Russa sabía del talento de Pujols y lo ascendió a Grandes Ligas, colocándolo como tercera base, jardinero derecho, jardinero izquierdo y primera base para los Cardenales. En el Opening Day de Abril de 2001, Pujols conectó su primer hit en Grandes Ligas – un sencillo en contra del pitcher Mike Hampton de los Rockies de Colorado – en un partido que desafortunadamente terminó en derrota para los Cardenales. Esto inició una gran temporada para Pujols, quien terminó bateando para .329 – sexto en la liga – convirtiéndose en uno de los tres peloteros de Grandes Ligas en batear 20 o más jonrones en su primer temporada antes del mes de Julio – después de Wally Berger (1930) y antes de Joc Pederson (2015) – y el primer Cardenal desde Luis Arroyo (1955) en ser integrado al equipo All-Star en su temporada debut. Con este brillante comienzo, Pujols recibió de forma unánime el voto al Novato del Año en la Liga Nacional.

Después de pasar toda la temporada de 2001 en varias posiciones, Pujols pasó la mayor parte del 2002 en el jardín izquierdo. Comenzó como cuarto bat, pero en mayo fue cambiado al tercero, donde permaneció durante el resto de su carrera con los Cardenales. Pujols concluyó la temporada de 2002 con .314 – séptimo lugar en la liga –, 185 hits, 40 dobles y 34 jonrones. Terminó en segundo lugar en las votaciones para el Jugador Más Valioso – honor que recibiera Barry Bonds en ese año –. Curiosamente, lo mismo ocurriría en la temporada 2003, aún cuando los fans de los Cardenales vitoreaban ya en todos los juegos en casa las letras ‘M-V-P!’ cada vez que Pujols aparecía en el plato. Aún así, Pujols salió del 2003 con su segundo premio ‘Silver Slugger’ y con su primer reconocimiento al Jugador del Año por la revista especializada Sporting News.

Tras haber recibido tantos reconocimientos en sus primeras tres temporadas, Pujols recibió estabilidad y seguridad económica al firmar un contrato con los Cardenales por siete años, valorado en $100 millones de dólares. Se instaló en la primera base para el 2004, luego de que los Cardenales cambiaran a Tino Martínez en la temporada baja. Para septiembre de ese año alcanzaría a impulsar su carrera número 500 – llegando a compartir este mérito junto a DiMaggio y Ted Williams como los bateadores en tener más de 500 carreras impulsadas en sus primeras cuatro temporadas –. A pesar de sufrir fascitis plantar, terminó con .331 – quinto en la liga – 196 hits, 51 dobles, 46 jonrones y 123 carreras impulsadas. Alcanzó el tercer lugar en la votación del MVP – detrás de Bonds y Beltré – uniéndose a Musial como los únicos Cardenales en colocarse entre los cinco primeros en la votación durante al menos cuatro años seguidos.  

A decir verdad, para el 2005, muchos fanáticos y conocedores del béisbol pensaban que Pujols era el mejor Cardenal desde Stan Musial. Había conectado su homerun número 200 en un partido contra los Rojos el 30 de septiembre, convirtiéndose así en el tercer jugador más joven de Grandes Ligas en alcanzar este logro – detrás de Mel Ott y Eddie Mathews –  y el segundo más rápido en alcanzarlo – desde Kiner –. También fue en este año donde sería merecedor del premio tan anhelado del Jugador Más Valioso de la Liga Nacional – luego de que Barry Bonds hubiera perdido 14 juegos debido a una lesión –.

Pujols regresó a los playoffs de la temporada de 2005 cuando los Cardenales ganaron la División Central de la Liga Nacional por segundo año consecutivo. Tuvo cinco hits en nueve turnos al bat con cuatro carreras anotadas y dos carreras impulsadas en la NLDS cuando los Cardinals barrieron a los Padres. En el Juego 5 de la NLCS contra los Astros, con los Cardenales perdiendo por dos carreras y sólo un out de la eliminación en la novena entrada, Pujols conectó un jonrón de tres carreras ganador del juego contra Brad Lidge que aterrizó en las vías del tren en el parte trasera del parque Minute Maid, contribuyendo así a la victoria de los Cardenales con marcador de 5-4. Matthew Leach, escritor de MLB.com, lo llamó más tarde «uno de los jonrones de playoffs más famosos de los últimos años». Sin embargo, los Cardenales fueron eliminados en el Juego 6 por los Astros. Aún con esto, Pujols bateó .304 con dos jonrones y seis carreras impulsadas en la serie.

A pesar de todos sus esfuerzos en las últimas temporadas, el dominicano no había podido ver a los Cardenales en una Serie Mundial. Esto estaría por cambiar muy pronto, pues la suerte de los Cardenales en la era de Pujols estaba a punto de dar un giro inesperado y del cual hablaremos en la próxima semana.